Recientemente veía un comentario en Facebook sobre hasta qué punto hemos llegado en el uso de las 2.0. La opinión se centraba entorno a que una persona había recibido el pésame del fallecimiento de un ser querido a través del muro de su Facebook. En un principio, me sorprendió, e incluso, me hizo gracia la indignación de esta persona; pero luego.... reflexioné un poco más.
¿Hasta dónde hemos llegado con el uso de las redes sociales? ¿Limitan por sí solas nuestra privacidad o somos nosotros los que exponemos nuestras verdaderas entrañas ante la comunidad? Cuando he tenido que asesorar a algún compañero sobre el uso de Linkedin (casi siempre de edad madura), siempre me enfrento con el temor ante la pérdida de control de la privacidad y de los contenidos, ante el "qué diran" los peces gordos y compañeros; y mi respuesta era siempre la misma: tú controlas tu red social.
Sin embargo, ¿está la sociedad preparada para controlar su propia información?. Rotundamente no.
Es más....¿y desde el ámbito empresarial? ¿porque las empresas no valoran su imagen corporativa en el ámbito on-line? simplemente es porque ante lo desconocido, prefieren ignorar su importancia; porque, es muy difícil que con 50 años y una brillante carrera, un joven te diga qué tienes que hacer con tu empresa en las redes sociales.
Todos los días, veo la lucha incesante de una compañera del trabajo que está gestionando un proyecto 2.0. con un cliente (llámemosle así). El cliente desea implantar un perfil de Facebook para su empresa, pero no acepta los consejos ni la experiencia de una profesional con la formación suficiente en este ámbito. Hasta el punto, de que dicho perfil (muy a pesar de mi compañera) se ha convertido en una página web más: sin atractivo, sin feedback, sin las ventajas que nos otorga esta red social.Bienvenidos al mundo 2.0.
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